23 de febrero, Día del Defensor de la Patria o «Día del Hombre».

23fHoy 23 de febrero, se celebra en Rusia y en antiguas repúblicas soviéticas ,como Ucrania o Bielorrusia, el “Día del Defensor de la Patria”.

El origen de esta fiesta tradicional remonta a 1918 cuando se realizó un reclutamiento masivo del Ejército Rojo durante la Guerra Civil Rusa, y dándole el nombre de “Día del Ejército Rojo”.

Después pasó a llamarse “Día del Ejército Soviético y de la Marina” en 1949.

Es en 1991, tras la caída de la Unión Soviética, cuando tomó su actual nombre.

ninos_stalinUna ofrenda floral ante los monumentos en honor a los soldados desconocidos (la llama eterna en el Kremlin, por ejemplo) y la felicitación por parte del presidente ruso, son los actos más importantes del día.

Dada las circunstancias actuales en las que se ve envuelta Ucrania, especialmente la zona Este, se ha prohibido la celebración de esta fiesta en varias ciudades como Járkov y Mariúpol. Aunque en algunos sitios como Odesa, veteranos de guerra han rendido homenaje y llevado flores ante el monumento del soldado desconocido.

Me resulta más que paradójico encontrarme con una fiesta tan cercana a la temática con la que estoy trabajando: el género.

Captura de pantalla 2015-02-23 a la(s) 23.16.07La fiesta de hoy, Día del Defensor de la Patria, también se conoce como “Día del Hombre” porque dicen que de este modo se aplica el significado de “Defensor de la Patria” a todos los hombres (género masculino). Y por lo que me he estado informado se llama así para reconocer la gran labor que hace el género masculino sirviendo en el ejército. Hoy en día la fiesta se extiende (incluso en Rusia) para hombres y mujeres, pero se hace especial hincapié en la figura del hombre alegando que en estas próximas fechas se celebra un día en especial sólo para la mujer (8 de marzo).

Sería entonces también un buen momento para reflexionar por qué en pleno siglo XXI seguimos apoyando (¿necesitando?) una fiesta para celebrar el «Día de la Mujer trabajadora», pero no voy a rizar más aún el rizo, porque entonces podría acabar tintando de sexista incluso la alineación de los planetas.

Durante la jornada de hoy las mujeres homenajean de manera especial a sus maridos o novios, haciéndoles algún regalo especial y cocinando para ellos. Cuál es mi sorpresa que hoy mismo, intentado coger cita en la peluquería para cortarme el pelo, me entero de que es imposible ser atendida hasta que no pase el 8 de marzo, ya que todas las mujeres son muy previsoras y ya han acaparado las agendas de peluquerías y centros de belleza. Me cuentan mis amigas que para el Día de la Mujer, hay que prepararse debidamente, y se ríen de mis peripecias queriendo conseguir una cita en una peluquería cerca de esa fecha con tan poca antelación.

En Ucrania hoy no ha sido día festivo, pero sí es cierto que las más tradicionales se preocupan de prestar una atención especial a los hombres que tienen cerca.

Al hilo del tema hoy me ha sorprendido tremendamente cómo la gente ha aplaudido tantísimo el discurso de ayer de Patricia Arquette al ir a recoger su estatuilla por su oscar a la mejor actriz de reparto, y que tanto parece haber gustado a Meryl Streep y Jennifer Lopez. Siempre es un buen momento para defender la igual de género, pero me resulta casi contradictorio que en este marco que estoy viviendo tenga que ver cómo unas acomodadas multimillonarias actrices hollywoodenses piden igualdad salarial en la gala de los Oscars.

Me pregunto constantemente quién soy yo para opinar sobre Ucrania, para estar escribiendo todo esto. Cómo puedo atreverme a hablar de este país cuando estoy aquí realizando un servicio de voluntariado con un sueldo (aprox. 160€, mísero en comparativa con Europa) superior al de un trabajador ucraniano (que cobra unos 2500 grivnas, cuando yo me llevo casi 3000). Quién soy yo para meter las narices en un conflicto tan complejo cuando esta experiencia me está educando en tantos niveles y me ha dado la posibilidad de vivir “cómodamente” durante este servicio.  Pero ahora me pregunto realmente estas aclamadas actrices han pensado realmente qué es lo que reivindican, quién son ellas para quejarse o qué es entonces lo que tendrían que reivindicar las mujeres ucranianas. Sinceramente, no tengo respuesta para ninguna de estas preguntas. Estar viviendo aquí no me da derecho a opinar sobre un país y un conflicto tan poliédrico, sólo a expresar mi humilde punto de vista dejando claras mis amplias carencias  (aunque si algo tengo claro es lo poco que, en líneas generales, sabemos en Europa sobre la URSS). No sé si es que el haber pasado por la alfombra roja otorga un halo de sabiduría y heroicidad a la mujer como para sentirse tan reivindicativa en esos momentos de fama, o es que soy yo quién mal interpreta las condiciones sociales.

Sea como fuera, creo que hoy me voy a la cama sintiéndome más cerca de Sócrates en mi ignorancia.

Buenas noches.

Año nuevo, palabras nuevas.

Cuando os digo que el ruso no es un idioma fácil, no miento. Ni en mi época de estudiar mandarín ni con un árabe de supervivencia en el desierto, me había estrujado tanto los sesos.

Después de más de siete meses he conseguido aprender a leer, escribir de manera limitada, entender… pero expresarme no es tan fácil.

Ya de entrada mi profesora particular de ruso me dice que no hace falta mirarme para reconocer que soy extranjera, que sólo con escucharme dar las gracias tanto y pedir «por favor» siempre las cosas, cualquiera se percata de que no soy local.

Para pasar desapercibida he aprendido a «poner cara de ajo» a las cajeras, contestar sólo con monosílabos, gestos tercos, y no mantener demasiado la mirada. La gente de estas tierras es muy distante. Al conductor del autobús parece que le molesta si dices «buenos días», y cualquier dependienta se pondrá a colocar cosas antes que tener que hablar con un cliente.

La comunicación fluye de manera diferente y la forma de comunicarnos está directamente ligada a la cultura del entorno.

Como primer post del 2015 he recopilado algunas palabras en ruso dignas de mencionar.

La palabra más larga en ruso que figura en el libro Guinness de los récords del 2003, es:

Превысокомногорассмотрительствующий 

Se trata de un adjetivo de 35 letras de la lengua burocrática del siglo XIX para dirigirse de manera formal y educada a los clérigos. Algo parecido a mezclar «Su Excelencia», «Su Alteza» y «Su Majestad».

 

Bодогрязеторфопарафинолечение

Es el nombre más largo, 29 letras para designar lo que sería»Tratamiento-lodos de agua-turba-cera-aplicación». (Diccionario ortográfico de la Academia Rusa de Ciencias)

 

электрофотополупроводниковый

adejetivo de 28 letras que significa “electrofotosemiconductivo”.

 

человеконенавистничество

24 letras que se usan en la vida diaria cuando quieres hablar sobre antropofobia (Russian National Corpus).

 

НИИОМТПЛАБОПАРМБЕТЖЕЛБЕТРАБСБОРМОНИМОНКОНОТДТЕХСТРОЙМОНТ.

La abreviatura más larga, con 55 letras, se refiere a un lugar donde poder reparar cosas técnicas.

 

Después de todo esto, se echan de menos las vocales de la ruleta de la suerte o un buen crucigrama donde reconocer fácilmente las letras.

Suerte a todos aquellos que quieran leer en versión original las obras de Tolstoi, Gógol o Dostoievski.

 

fuente de consulta

Good Bye Lenin

La ciudad sigue perpleja. Lenin se ha caído. Se ha roto. Su nariz pasó de ser uno de los puntos más honoríficos de la urbe a un codiciado trozo de metal dentro de una mochila.

El domingo el alcalde de Kharkiv firmó la petición consintiendo la retirada de la monumental estatua de Lenin. Posteriormente los comentarios en Facebook del Ministro del Interior sugiriendo que dejasen caer a Lenin alimentaron más aún el debate. El ministro sugería en las redes sociales que la policía se centrase en “la seguridad de la gente y no en la del ídolo”. Durante los últimos meses Lenin estaba 24 horas al día custodiado por la policía. No había un sólo minuto en el que el Vladímir pudiera sentirse solo. Los oficiales no dejaban ni pisar la zona de césped más cercana, ni mucho menos subirse a los escalones para despedirse del verano.

El mismo domingo hubo una marcha por la paz que recorría el centro. “Kharkiv es Ucrania”, “por la paz en Kharkiv”, “gloria a Ucrania”, son los lemas más extendidos tanto en letreros, banderas, pintadas o pancartas. Los nacionalistas más extremos no quedaron satisfechos con un simple paseo pacífico, sino que decidieron sacar las herramientas a la calle y con una Dremel cortar los tobillos de Lenin.

La plaza de la libertad de Kharkiv tiene una señal de streaming de video en directo. Esa noche tuvo su momento más álgido. Todo el mundo estaba online viendo cómo se templaba el ambiente en el centro. La mañana del lunes los principales medios internacionales (BBC, RAI, IBT, Forbes, VOA, Le Parisien…) destacaban la noticia con las imágenes más impactantes. Pero a medida que avanzaba el día, la plaza se llenaba de incrédulos. Todos fuimos a comprobar, cámara en mano, que realmente Lenin se había ido. Una mezcla sociológica intergeneracional se encontraba ante el pedestal vacío. Abuelas soviéticas, jóvenes ucranianos, estudiantes extranjeros, trabajadores internacionales. Todos querían un selfie con el fantasma.

Me sorprendió ver escenas con familias enteras examinando el cambio. Matrimonios empujando el cochecito de su bebé mientras juzgaban los restos. Un abuelo apoyado en su bastón, con su fotómetro, su analógica, intentando guardar el equilibrio para conservar la que será posiblemente su última instantánea más histórica.

Es difícil imaginar la sensación que podrían sentir todas esas personas al ver derribado uno de los símbolos más controvertidos de su ciudad. Muchos habían pasado jornadas anteriores llevando flores y concentrándose bajo el grito comunista a los pies de quien fuera un ídolo para el pueblo soviético. Otros llevaban años ansiando esta despedida. El debate estaba latente. Meses atrás la excusa oficial para no mover la estatua contemplaba casi detalladamente la estructura arquitectónica y posible peligro de accidente en el techo del subterráneo del metro que pasa bajo la plaza. Tras la firma del alcalde se contempló la posibilidad de reunir todos los símbolos soviéticos restantes -liderados por la misma estatua- en un museo histórico. Pero Lenin no ha podido aguantar más tiempo erguido. Lenin, representado siempre guiando al pueblo, ha caído.

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No sabemos cuáles serán las posibles consecuencias de este acto de vandalismo descontrolado, pero está claro que la policía podría haberlo detenido y sin embargo quedó al margen. Hay demasiados intereses ocultos que nunca serán revelados. Se habla de una pérdida de veracidad en la alcaldía, especialmente desde que dispararon a su representante, suceso que muchos plantean como un montaje estratégico político al igual que esta reacción de “laissez-faire” del cuerpo oficial. Pero bien es cierto que siendo una de las plazas más grandes del mundo seguía presidida por la que también era un de las esculturas más grandes del líder. Durante este año vimos la retirada de representaciones similares en otras ciudades ucranianas y Kharkiv, la segunda ciudad del país, seguía cobijando el monumento.

Está claro que esta experiencia no deja de alimentar mi memoria de sucesos asombrosos, pero quién me iba a decir que iba a ser testigo de acontecimientos de tal magnitud. Good Bye Lenin.

La anécdota de la vaca.

A los poquitos días de aterrizar de nuevo en Kharkiv, Este de Ucrania mi agenda tenía marcado otro viaje para el siguiente curso de formación de la Comisión Europea, pero me voy a centrar en una anécdota graciosa para que veáis mis torpezas intentando aprender la lengua rusa.

Resulta que íbamos camino del hotel en un taxi, en una zona muy rural, mi compañera de trabajo y yo, cargadas con todo el material que la organización necesitaba para el curso al que asistíamos como participantes pero también como equipo técnico.

Partimos de la famosa ciudad de Lviv, al Oeste de Ucrania, en dirección a Pustomiti, a un pueblecito muy pequeño donde hay un resort hotelero de retiro, naturaleza, junto a unos lagos y un paisaje precioso.

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Un taxista muy peculiar, con rasgos muy característicos y un par de dientes de oro. Un taxi bastante descuidado, la bandera de Ucrania en el salpicadero y un icono ortodoxo presidiendo la escena bajo el retrovisor central. Aquí una servidora iba de copiloto, mi compañera Bárbara en el asiento trasero junto con nuestro equipaje y el maletero cargado al completo de material.

Un trayecto de unos 20km lleno de baches, botes, haciendo zig-zag con el taxi y recorriendo el doble de pista con tal de no dejarse los bajos en ningún socabón. 

Bárbara y yo hablando en inglés a voces para escucharnos desde el asiento delantero al trasero, las ventanillas abiertas, la radio de fondo, mientras el señor taxista me preguntaba todo tipo de cosas en ruso para amenizar el trayecto. Después de varias frases me solté, y aproveché para decirle que en España tenemos a Fernando Alonso y solemos pisar el acelerador un poquito más para pagar menos en el taxi. Captó la indirecta, pero nuestros traseros experimentaron los baches también.

Yo, toda orgullosa de haberme entendido en ruso con el señor, seguía prácticando vocabulario y frases de cortesía, mientras él se reía libremente de mis esfuerzos intentando descifrar mis composiciones lingüísticas. Mi valentía y esparpajo avanzaban más rápido que el velocímetro del taxi.

Nos adentramos en la pequeña población donde está situado el resort hotelero. De nuevo, oso a animar al taxista a aligerar el ritmo, giramos una calle a la derecha y nos topamos de frente con una señora tirando de una vaca enorme. 

Y aquí viene la escena, (con transcripción fonética)

María: “savaca”! “savaca”! STOP! “savaca”!

Taxista: niet! niet! niet sobaka!

María: “savaca”! “savaca”! STOP! STOP!

Baja la velocidad. Parados en el centro de la carretera. Bárbara desde el asiento trasero riéndose sin parar. El taxista a carcajadas enseñándome sus dientes de oro casi con flato de la risa. Mi cara todo un poema ante tal situación. La señora con la vaca se retiran. Siguen las risas dentro del taxi. Y yo sigo agarrada al salpicadero mirando al animal, sin enterarme de nada.

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Para aclarar el chiste: en ruso “собака” (sobaka) significa “perro”, mientras que «vaca» se dice “корова” (korova). Después de ese día nunca más confundiré esas dos palabras.

+2 semanas

Ya he traspasado la barrera de las dos semanas y no hay día que no encuentre algo nuevo con lo que sorprenderme. Esta semana ha sido muy corta pero intensa ya que los tres días laborales fueron muy acelerados. Estuve de nuevo en el Museo de Literatura preparando la Noche de los Museos, me pasé también por la galería de Arte, tuve mi tercera clase de ruso, comida en la organización y un par de reuniones. Tenía que dejar cerrados varios asuntos ya que mañana salgo de viaje y estaré fuera más de una semana. Mayo comienza con 11 billetes impresos sobre la mesa: tren y avión. Aún falta sumar algunos de autobús creo, pero esos sólo podemos comprarlos en destino. Este mes lo voy a pasar de estación en estación y de aeropuerto en aeropuerto, pero en todas partes hay algo desconocido esperando.

En realidad no hace falta que me vaya más lejos aún para encontrarme con cosas extrañas porque el simple hecho de salir de casa para ir al supermercado ya supone todo un reto.

Hoy he salido de casa y los ascensores no funcionaban, algo que en un edificio de 16 plantas es bastante necesario. Desde que llegué siempre me había preguntado qué pasaría en caso de avería ya que no he había sido capaz de encontrar las escaleras y hoy por fin he podido averiguarlo. La puerta del pasillo que tiene un candado enorme es la que da acceso a las escaleras y hoy por  primera vez estaba abierto. Sinceramente espero que no vuelva a ocurrir y que esas escaleras sigan cerradas siempre porque hay motivos más que suficientes como para evitar el acceso del público. Si resulta que los ascensores podrían ser el escenario ideal para cualquier película de terror de los 90 de las escaleras preferiría casi no hablar, de hecho he bajado tan rápido que no me he querido entretener ni a hacer una foto.

El portero parece que había estado ordenando el panel de anuncios de la salida y creo intuir que la barandilla de la salida tiene menos mierda de la habitual. Puede que incluso sea para resaltar los colores, ya que hoy día uno de mayo todos están más reivindicativos de lo normal. Tras la lluvia y el frío de ayer hoy había que andar con mucho cuidado. Aquí hablar de “charcos” es casi una metáfora porque no me sorprendería ver ser acuáticos habitando esas masas de agua de las calles. Así que es normal que destrocen tan pronto los coches y que los ricachones lleven todos 4×4.

De camino al supermercado me encuentro la misma estampa de todos los días: las бабушки sentadas en los bancos a la entrada de cada bloque. Al parecer comienzan a salir en cuanto se va la nieve y el invierno, y no se mueven de ahí hasta que vuelve o hasta que tienen que subir a casa a hacer la sopa. Las abuelas ucranianas se pasan el día sentadas en la puerta de casa hablando.

Tras sortear a las бабушки y a los charcos llego al súper más cercano. He de reconocer que me ha costado un poquito aprender a leer el dichoso cartel para saber el nombre aunque ahora creo que la cajera lo dice en una de las preguntas que me suelta en cuanto que llego con la compra.

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супермаркет «Сільпо» forma parte del grupo Fozzy y es la cadena de supermercados más grande de todo el país. La mayoría abren las 24h, zonas de autoservicio y precios bajos. Han sido el paso definitivo para acercar a los ucranianos a las grandes superficies, ya que siempre solían acudir a pequeñas tiendas y mercados. Creo que si algo les caracteriza es que puedes encontrar los productos básicos a granel por lo que conviene calcular un poco el volumen y peso de lo que se compra. La harina, la pasta, legumbres, arroz, cereales, galletas, caramelos… todo un desafío de vocabulario que buscar luego en la balanza, por lo que no me queda más remedio que ir al súper con el diccionario y la lista de la compra traducida. Aunque en algunas ocasiones yo llevo la palabra buscada en ruso y luego sólo la ponen en ucraniano y viceversa. Sin hablar de tipografías o escrituras, porque con tanto derroche creativo en ocasiones no hay quien reconozca las letras en las etiquetas (como sucede con el logo del propio supermercado) o quien entienda qué pone en los carteles de la frutería.

La pescadería tiene una amplia variedad de productos que pueden llegar a sorprendernos principalmente porque aquí se consumen de manera muy diferente. La charcutería está dominada por todo tipo de salchichas mientras que el centeno es el anfitrión en la panadería. Por supuesto el vodka domina los pasillos de la bebidas y los congelados también tienen pescados al peso. La parte más complicada es comprar productos que no se identifican tan fácilmente como la lejía o el acondicionador del pelo. Ni el diccionario ni las 3 aplicaciones del móvil me han sabido decir con qué me voy a lavar ahora el pelo.

Espero ir progresando con el idioma poco a poco y poder desenvolverme mejor, que no quiero que se piensen que soy igual de rancia que ellos.

Mañana comienza mi siguiente aventura: un viaje en tren para cruzar el país de punta a punta y asistir a un curso de formación. Iré de Kharkiv a Lviv, más de mil kilómetros y 16 horas de trayecto en la litera superior del compartimento del vagón 19. Contenido ineludible para el siguiente post. ¡Gracias!

Ruso e inglés, día de idiomas.

Hoy martes 22 de abril de 2014 he tenido mi primera clase de ruso con profesora particular dentro del programa en el que trabajo como EVS. Dejar constancia de que he comenzado desde bajo cero.

Para quien no lo sepa, muchos de los proyectos de EVS (European Voluntary Service) o SVE (Servicio de Voluntariado Europeo) incluyen clases de idiomas para poder desarrollar adecuadamente el trabajo asignado para el cual los candidatos hemos sido elegidos tras pasar el proceso de selección o aceptación de las propuestas.

En mi caso aceptaron mi candidatura para coordinar y trabajar en el marco de eventos culturales y festivales de arte, por lo que muchas de las personas encargadas de las diferentes organizaciones hablan inglés pero evidentemente para poder tener una inmersión en el terreno se incluyen las clases particulares de lengua rusa.

En la ciudad de Kharkiv, situada Este de Ucrania cerca de la frontera con el país vecino, se habla tanto ruso como ucraniano y aunque hay una diferencia notable en las terminaciones de las palabras, el ruso tiene una presencia notable en la comunicación local.

Lena, mi profesora, ha estado durante más de dos horas insistiendo en la pronunciación de cada palabra. Hemos comenzado con las cosas más sencillas como saludar, contar hasta cinco, direcciones y el alfabeto. Sinceramente ha sido una clase cargada de información que espero procesar correctamente esta noche con la almohada. Mucho me temo que ambas nos tendremos que esforzar mucho para conseguir buenos resultados y aprender a leer lo antes posible para que mi estómago no tenga que volver a resentirse si compro en el supermercado el producto incorrecto.

Continuando un poco con el balance de la jornada, en la oficina de la organización donde trabajo (SVIT Ukraine) estamos preparando un evento para el próximo sábado por el aniversario del Accidente de Chernóbil sucedido el 26 de abril de 1986. Chernobyl es una ciudad en el norte de Ucrania, en el Oblast (sistema de división de regiones/comunidades ucraniano) de Kiev. Yo me voy a ocupar de unos talleres de estampación y serigrafía que espero que podamos desarrollar con éxito.

Los horarios de las comidas no se respetan del mismo modo del que algunos puedan estar acostumbrados en España, por si hubiera que poner una referencia, así que la jornada se extiende sin contemplar rigurosamente estas pausas.

Por la tarde estuve en un club de lectura de inglés al que me unido gracias a João, un voluntario portugués de misma organización que me está introduciendo en la vida social local. Más que seguir un calendario o agenda de lectura procuran mantener conversaciones activas en inglés eligiendo temas de actualidad propuestos cada vez por uno de sus miembros. Nos reunimos en una librería del centro donde casualmente entré el primer día que recorrí la ciudad para comprar un mapa. El grupo es muy variado y en la sesión de esta tarde nos hemos juntado más de veinte personas, en su mayoría ucranianas, pero también con gente de Irak, Turkmenistán, India y Canadá.

Al llegar a casa he conseguido por fin charlar un rato con mi compañera de piso Barbara, de nacionalidad polaca, que es también voluntaria en mi misma organización. Desde que llegué sólo habíamos coincidido un día y no habíamos tenido mucha oportunidad de intercambiar opiniones. Los programas de EVS incluyen el alojamiento de los voluntarios y según el proyecto puede ser en residencias, pisos compartidos o familias. En mi caso ya habéis visto la suerte que he tenido con las cortinas de la habitación y la espantosa alfombra que ocupa la pared principal. Sinceramente espero que el monstruoso cabecero de la cama pueda salvarme en el caso de que semejante mamotreto se desprenda.

Pensé en bautizarla como “La habitación de los horrores” pero después de un par de limpiezas –concienzudamente simulando a mi madre bayeta en mano- y extender las cuatro cosas que he traído, he decidido familiarizarme con ella lo máximo posible y entrar de lleno en el ambiente ucraniano.

Así que con vuestro permiso y pasando las dos de la mañana en mi reloj de aquí, me retiro a mi extravagante cuarto a ver si descanso la cabeza del combinado lingüístico del día.

 

Buenas noches.

Споко́йной но́чи.

spa-kój-naj nó-chi